Sábado en la mañana con caña moral? Nada de lloriqueos; he aquí un buen remedio 00 2 personas • 45 minutos

  • 2 huevos
  • 4 lonjas de tocino
  • ¼ taza de polenta
  • 1 taza de agua
  • 1 puñado de rúcula
  • 1 puñado de parmesano rallado

Para la polenta crocante; echa muy lentamente la polenta en una olla con el agua a punto de hervir. Echa un poco de sal, pimienta y aceite de oliva. Revuelve por unos 5 a 7 minutos, sin parar, hasta que la mezcla espese. El indicador de cuándo está lista es cuando la estela que deja el paso de la cuchara, se demora en llenarse y se ve el fondo de la olla. Echa la mezcla sobre una tabla y con una espátula, repártela hacia los lados, dejando un rectángulo irregular de medio cm de espesor. Deja enfriar (entre más fría más sólida se pone). Cuando esté fría, con un cuchillo corta los bordes para dejar un rectángulo hecho y derecho. Córtalo por la mitad y corta cada rectángulo resultante por la diagonal. Quedan 4 triángulos. En un sartén con un poco de aceite de oliva o mantequilla, dóralos por lado y lado hasta que tomen un color más oscuro. Déjalos en el sartén con el fuego apagado para que no se enfríen. Dora el tocino en otro sartén y luego haz los huevos, ahí mismo.