Para usar de base en cualquier preparación, y de paso, para aprender a ahumar en la casa.

60 minutos

  • 6 a 8 dientes de ajo chilote
  • 4 a 6 ramitas de romero
  • aceite de oliva

Implementos: Olla con tapa, colador metálico, papel aluminio, mortero o mini-pimer.

La cosa es bien sencilla; cubre el fondo de la olla con papel aluminio y encima pon la mitad de la cantidad de romero (puede ser otra hierba y también si tienes unas pocas astillas de madera, por ejemplo del árbol del limón, que es bien aromático). Luego con otra lámina de papel aluminio cubre las hierbas.

Pon encima el colador. Trata que éste sea de similar diámetro a la olla. Pela los ajos, córtalos por la mitad a lo largo y sácales la vena que corre por el centro. Ponlos en el colador.

Cubre la olla con otra capa de papel aluminio, tratando de que no queden huecos por donde se pueda escapar el humo. Tápala y pon a calentar a fuego bajo. Abre la ventana.

Cuando hayan pasado 20 minutos, saca la tapa, el colador y levanta la capa que cubre las hierbas. Pon las restantes. Vuelve a instalar todo y deja calentar por otros 20 a 25 minutos más.

Revisa de vez en cuando, con cuidado, sacado la tapa y la primera capa de papel aluminio, para ver cómo estan los ajos. Debieran oscurecerse y estar blandos al pincharlos con un cuchillo.

Cuando estén listos, apaga el fuego, saca la tapa y pon los ajos en el mortero o mini-pimer. Agrega un generoso chorro de aceite de oliva, un poco de sal y pimienta. Machaca hasta dejar una pasta. Guárdala en un frasco, refrigerada. Usa un poco para sofreír al principio de cualquier preparación.

Dura unas 2 semanas.