Braseado todo tranquilo por unas 3 horas hasta quedar blando y suave. Y nada de qué complicarse ah, solo hay que ser atento con la temperatura del horno. Ya tienes panorama en pijama para el próximo sábado en la mañana.

4 personas • Trabajo: 30 minutos / Total: 4 horas

  • 1.5-2 kilos de asado de tira
  • 1 cebolla chica
  • 2 varas de apio
  • 2 dientes de ajo
  • 1 taza de vino tinto
  • ½ taza de salsa de tomates
  • 1 cucharadita de tomillo seco (puede ser orégano)
  • 1 cucharadita de ají de color

* Para esta receta necesitas una olla que se pueda meter al horno: de greda o de fierro. Si no tienes, una fuente profunda y papel aluminio apañan bien.

Prende el horno y déjalo calentar a temperatura baja (120 ºC). Si tu horno es a gas, bueno para carbonizar y no tienes cómo medir la temperatura, te recomiendo dejar la puerta entreabierta sujetada por un corcho.

Corta la cebolla en pluma. Pica la zanahoria y el apio en cubitos chicos. Pica bien fino el ajo.

Limpia los cortes de carne de los excesos de grasa, solo los que salgan fácil a tirarlos con la mano.

Pon a calentar la olla a fuego medio por un par de minutos. Agrega un buen chorro de aceite de oliva y echa dentro la cebolla, el apio y el ajo. Echa también unas buenas pizcas de sal de mar y pimienta fresca. Saltea por unos 5 minutos revolviendo casi siempre.

Apaga el fuego, echa el vino tinto y 1 taza de agua tibia. Pon los cortes de carne apoyados sobre el lado con hueso, acomodándolos uno al lado del otro, y sobre las verduras. Encima de la carne esparce el tomillo, el ají de color y otros toques de sal y pimienta.

Reparte la salsa de tomates en varias cucharaditas alrededor de los cortes de carne y luego dale a la olla unos meneos circulares para que se incorpore con el resto del caldo.

Tapa la olla y métela dentro del horno, cuidando que quede más o menos al centro de éste: ni muy arriba, ni muy abajo.

Hornea a 120ºC por 2 horas.

Cumplido el tiempo, saca la olla del horno y ponla sobre la cocina. Destápala y usando un cucharón, baña la carne con el caldo. Vuelve a meter al horno, esta vez sin tapa, y sube la temperatura a la mitad (180ºC). Hornea por una hora más, repitiendo el baño cada 20 minutos.

Cuando esté listo, saca la olla del horno y déjala reposar afuera por al menos 30 minutos. Dejar la carne enfriar en el mismo caldo produce una suavidad nivel épico.

Por mientras puedes hacer estar coliflores asadas en el horno. Sólo cuécelas 5 minutos en agua hirviendo, estílalas y ponlas sobre una fuente. Báñalas con una mezcla de mantequilla derretida, aceite de oliva, queso rallado, sal y pimienta, y mételas al horno a temperatura alta hasta que se doren.