Nada mejor. Aunque azotadas las pobres.

00

 

2 personas • 30 minutos

  • 2 tiras de posta negra (corte escalopa)
  • pan rallado
  • 2 huevos
  • harina
  • aceite para freír

Lo primero es lo primero; azotar. Con un uslero o un machacador de carne, descarga las rabias que tengas acumuladas. Azota cada tira de carne hasta que quede delgadita, blanda y estirada. Se siente bien? No tanto?

01

Encima de cada tira espolvorea harina y espárcela por toda la superficie con las manos. Dálas vuelta y repite. Luego, en un recipiente o en una olla bate el huevo con un poco de sal y pimienta. Puedes echarle una hierba que te tinque. Remoja ahí la carne, cuidando que se moje bien por todos lados con la mezcla.

02

Déjalas remojar unos 5 minutos, y si puedes más rato. En un plato grande reparte una buena cantidad de pan rallado, que cubra todo el plato. Levanta una de las tiras de carne y deja que estile un poco. Luego ponla suavemente sobre le pan rallado. Aprieta para que se pegue con ganas. Luego dala vuelta y lo mismo. En donde queden espacios sin pan, espolvorea más pan rallado encima y aprieta con los dedos. Deja la tira apanada estirada sobre una tabla y continúa con la otra.

03

Si las tiras son muy largas, córtalas por la mitad de modo que te quepan en el sartén, el más grande que tengas. Calienta a fuego medio una buena película de aceite, que cubra toda la superficie. Cuando esté bien caliente, deposita con suavidad una a una las escalopas. Dora primero por un lado hasta que tengan bonito color, unos 3 minutos. Luego por el otro.

04

Una vez listas, elimínales el exceso de aceite apretando encima un poco de toalla nova. Nada de mal acompañarlas a las pobres con unos bondadosos porotos.