Para empezar? Un raviolón casero, relleno con zapallo, jamón y nueces, y flotando en ricotta al romero. Nada de asustarse, es de lo más liviano… por si hay culpas comprometidas.

2 personas • 60 minutos

Para la masa:

• 3/4 de taza de harina
• 1 huevo
• 1 cucharadas de aceite de oliva
• 1 cucharada de agua
• 1/2 cucharadita de sal

Para el relleno:

• 1 pedazo de zapallo (5 x 5 cm aprox.)
• 2 tajadas de jamón
• 1 cucharada de nueces picadas

Para la salsa:

• 4 cucharadas de ricotta
• 1/2 taza de leche
• aceite de oliva
• romero

Corta el zapallo en cubitos y ponlos a cocer en agua hirviendo. Pica el jamón y pica las nueces.

En un bowl mezcla bien la harina con la sal. Haz un hueco al medio y echa ahí el huevo, el aceite y el agua. Con los dedos empieza a incorporar todo, rompiendo la yema y mezclando con la harina seca que vaya quedando en los bordes. Cuando ya sean puros grumos, empieza apretar la masa cerrando los puños, para que se vaya aglomerando bien. Amasa bien, unos 5 a 7 minutos, hasta que la masa esté un poco más elástica y puedas formar una bola lisa.

Si encuentras que está muy seca, anda echándole de a poco unas gotas de agua o mójate las manos de vez en cuando para amasar. Cuando tengas la bola perfecta, mira el zapallo en la olla. Está cocido ya? Si lo está, retira del fuego, cuélalo bien y déjalo resposar en un pocillo.

Separa la bola en 2, y sobre una superficie limpia, uslerea cada pedazo hacia todos lados y dando vuelta la masa de vez en cuando. Tienes que dejar una lámina delgada, de 1mm aprox. de espesor, y del largo de un rollo de toalla nova más o menos. El ancho tiene que ser más o menos la mitad del largo. No te preocupes por los bordes irregulares, porque ahora tienes que cortarlos con un cuchillo, y dejar un rectángulo no tan perfecto. Repite con la otra mitad de la masa.

En el pocillo donde está el zapallo, echa el jamón y las nueces. Agrega sal y pimienta y mezcla bien, deshaciendo el zapallo. Pon una buena cucharada sopera de la mezcla sobre cada una de las láminas de masa, cerca de uno de los extremos. Pinta con un poco de huevo los bordes y dobla las masas por la mitad. Sella con un tenedor. No importa si te sobra relleno, lo importante es que puedas cerrar el raviolón.

En una olla grande pon a calentar agua. En la juguera o con la mini-pimer, mezcla los ingredientes para la salsa. Luego echa todo en un sartén y ponlo a calentar a fuego bajo sobre un tostador. Cuando el agua hierva, échale un poco de sal, y deja caer suavemente los ravioles. Cuece por no más de 5 minutos, hasta que la masa esté blanda (puedes probar una punta).

Cuando estén entonces, sácalos de la olla dejando que estilen un poco, y pon cada uno en un plato hondo. Echa la salsa caliente encima. Echa arriba un poco de romero, sal y pimienta. Si te sobró relleno, pon un poco también, para no botarlo. Sirve altiro.