Si los excesos vividos son nuevamente lo primero que aparece en la cabeza al despertar de este lunes, vamos con algo ligero; lechuga y queso de cabra gratinado.

1 persona • 15 minutos

  • 1 lechuga escarola chica
  • 4 tajadas de queso de cabra
  • 2 tajadas de pan de molde
  • aceite de oliva
  • mostaza dijon
  • jugo de limón
  • sésamo, o cualquier semilla

Prende el horno. A la lechuga, sácale las hojas feas de más afuera, y luego córtala por la mitad. Lava cada una bajo el chorro de agua fría, afirmándola para que no se desarme, y dejando que el agua se meta por entremedio de las hojas. Déjalas estilar unos minutos sobre el secaplatos.

Moja cada tajada de pan con un poco de aceite de oliva, pon encima el queso y hornea hasta que se derrita. Si tienes horno eléctrico con grill por arriba, úsalo para que se dore un poco.

Por mientras unta la lechuga con mostaza, échales sal, pimienta y aceite por la parte cortada, para que se vaya metiendo todo entre las hojas. Agrega el jugo de limón o vinagre si quieres, o el aliño que se te ocurra la verdad.

Sirve apenas las tostadas estén listas.