Con tomates, queso y rúcula. Sin saber cómo quedó; pues gusto y olfato me han abandonado tras el primer resfrío de la temporada.

1 persona • 30 minutos

  • 1 berenjena, en rodajas
  • 1 tomate, pelado, en rodajas
  • 4 pedazos de queso
  • rúcula

Remoja unos 10 minutos las rodajas de berenjena en agua con sal. Esto es para que no estén amargas. Luego, bota el agua y sécalas con toalla nova. En la lata del horno, pon papel metálico y encima un poco de aceite de oliva. Repártelo uniformemente por la superficie usando una de las rodajas. Ponlas en la lata, échales sal, pimienta y unos buenos chorros de aceite de oliva. Hornea por unos 15 minutos, hasta que las berenjenas estén blandas.

Saca la lata del horno y encima de las rodajas pon el tomate con un poco más de sal y pimienta, y sobre algunas, los pedazos de queso. Hornea por otros 5 a 10 minutos. Para servir, apila las rodajas, metiendo entremedio unas hojas de rúcula. Sirve caliente y acompaña con un arroz.