Picante y nada de santísima. Un saludo para mi querida amiga, en su día.

1 persona • 30 minutos

  • 1 taza de espinacas picadas
  • 2 tiras de tocino
  • 12 cubos de zapallo (del tamaño de un dado)
  • ½ zanahoria picada fina, molida o rallada
  • 1 huevo
  • una tostada de pan de molde
  • merquén, pasta de ají rojo o salsa picante

En la lata del horno, previamente mojada con un poco de aceite de oliva, pon los cubos de zapallo, con sal gruesa y pimienta fresca. Échales un poco más de aceite y pónlos a hornear hasta que estén blandos y dorados, unos 15 a 20 minutos.

Cuando notes que les falta poco, en un sartén grande o wok caliente, echa el tocino. Podrás ver como dentro de poco comienza a soltar aceite y a dorarse. Sigue dorando unos 3 minutos y luego echa la espinaca y la zanahoria.

Si se seca mucho la mezcla, humecta con un poco de agua caliente o vino blanco. Agrega los cubos de zapallo y dora unos minutos más. Luego deja calentando a fuego bajo sobre un tostador. No le eches sal porque el tocino es suficientemente salado.

En un tazón echa el huevo, y agrega un poco de sal y pimienta. Luego bátelo con un batidor manual, haciendo un movimiento como si estuvieras tratando de hacer fuego con un palo. Házlo hasta que quede levemente espumoso.

Calienta la tostada de pan. En un sartén chico de teflón calienta un poco de mantequilla y cuando se haya derretido echa el huevo batido. Deja calentar hasta que esté sólido. Luego con una espátula dobla la tortilla por la mitad y apaga el fuego.

En un plato pon la tostada y encima echa la mezcla de espinacas, amoldando con los dedos para que no se salga para afuera. Luego pon la tortilla en un tabla, córtala por la mitad y pon ambos pedazos sobre las espinacas. Para terminar, echa encima el picor, a gusto.