Para este fin de semana largo… espumoso y dulzón; austero, o no tanto. Depende con qué se acompañe.

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4 personas • 1 hora

  • 2 camotes grandes, pelados
  • 2 huevos
  • 1 cucharadita de polvos de hornear
  • 1/2 cucharadita de bicarbonato de sodio
  • perejil, o cualquier hierba preferida

Echa a cocer los camotes hasta que estén muy blandos; a punto de desarmarse. Puedes hacerlo en olla a presión en la mitad del tiempo. Sácalos del agua (o cuélalos en caso que estén muy desarmados) y déjalos enfriar sobre una tabla.

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Prende el horno y déjalo calentar a temperatura alta. Una vez que los camotes estén a temperatura ambiente, echa los huevos en un bowl y con batidora (eléctrica o manual) bátelos hasta que la mezcla esté espumosa. Agrega los polvos de hornear y el bicarbonato, y dale una última batida para que se incorporen con la mezcla.

Echa en bowl los camotes, machácalos con una cuchara de palo y bate por unos minutos más, hasta que la mezcla quede uniforme. Si no tienes batidora eléctrica te conviene revolver la mezcla enérgicamente con la cuchara de palo hasta lograr el mismo resultado.

Listo con eso, agrega sal y pimienta a gusto. Recuerda que el camote es dulce, para que no te vayas al chancho con la sal.

Enmantequilla una fuente y echa en ella la mezcla, repartiéndola uniformemente. Echa encima unos chorritos de aceite de oliva y mete al horno. Hornea por 25 a 30 minutos.

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Fuente rectangular de greda en Greda Contemporánea www.grd.cl

Pica el perejil por mientras, para cuando el pastel salga del horno, le pones el decoré. Sirve altiro.