Quiere ser risotto altiro el perla, pero es muy farsante. Por apurón le pasa.

1 persona • 30 minutos

  • ½ taza de arroz
  • ¼ de cebolla, picada fina
  • 3 tajadas de zapallo, 1cm espesor
  • ½ taza de pimentón, cortado en tiras
  • ½ taza de jamón, picado en tiras
  • ½ taza de queso rallado
  • ½ taza de vino blanco

Primero prende el horno. Corta las tajadas de zapallo en cuadrados y ponlos sobre la lata con una buena cantidad de aceite de oliva, sal y pimienta. Métela al horno.

En una olla dora el arroz y la cebolla en un poco de mantequilla, unos 3 minutos. Echa una taza de agua hirviendo, tapa la olla, ponla sobre un tostador y baja el fuego. Mira el reloj.

Cuando se cumplan 15 minutos de la hora en que miraste el reloj, apaga el fuego del arroz. Luego, saca la lata del horno y encima del zapallo, reparte el jamón y el pimentón. Devuelve la lata al horno, y déjala ahí unos 5 a 7 minutos más, o hasta que esté todo doradito y el zapallo esté blando.

Calienta un wok o sartén grande a fuego medio. Echa ahí el arroz y luego lo que tienes en el horno. Revolviendo siempre, calienta hasta que la mezcla se seque un poco. Agrega el vino blanco y el queso rallado. Sigue revolviendo a fuego medio por unos minutos más, hasta que la mezcla espese un poco. Prueba cómo está de sal.

El zapallo, jamón y pimentón se puede reemplazar por lo que quieras. Ponte creativo. Si bien esta receta en ningún caso se iguala al verdadero risotto, es bien salvador para un apuro. Pronto vendrá una receta de uno de verdad.