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Panorama: Porotos Granados

No hay mejor panorama de vacaciones veraniegas que quedarse sentado en la mesa del desayuno, poner en el medio la bolsa con esas preciosas vainas rosadas, ponerse a desgranar y darle rienda suelta a la copucha. Acá mi receta.

4 personas • 3 horas relajadas


(*) Si no tienes un caldo guardado, muy fácil. Agrega a la lista de compras unos trozos de osobucco, un par de zanahorias, unas varas de apio, un pimentón rojo, otra cebolla y un poco de cilantro.

Corta las verduras en trozos irregulares y sofríelas por unos 5 minutos en una olla grande. Agrega una cucharadita de sal y harta pimienta. Un diente de ajo picado también.

Luego echa la carne, incorpora bien con el sofrito, y agrega un par de chorros de vino blanco, o tinto, lo que tengas a mano. Echa un puñado de hojas de cilantro. Baja el fuego y cuando la mezcla vuelva a hervir, echa 1½ litros de agua hirviendo. Deja cocer a fuego bajo y con la olla tapada por alrededor de 1 hora.

Cumplido el tiempo, deja reposar un minutos y pasa el caldo a otra olla a través de un colador. Prueba cómo está de sal y ajusta echando un poco más de ser necesario.

(usa la carne de osobuco agrégandola picada a los ingredientes de una receta como esta)

Si quieres hacer un caldo de verduras, click acá.


Terminada la copucha, lava bien los porotos en un colador para tallarines y bajo el chorro de agua fría. Traspásalos a un bol grande, llénalo de agua y deja reposar.

Corta el zapallo en cubos del tamaño de un dado (no importa que queden con puntas irregulares, es solo una referencia). Pica fina la cebolla y el ajo. Pica también -no tan finas- las hojas de albahaca. Deja todo a mano.

Calienta una olla grande (mejor si es de greda) a fuego medio. Mantén caliente la olla con caldo a un lado.

Agrega 4 cucharadas de aceite de oliva y una vez que esté caliente, echa la cebolla y el zapallo. Echa unas pizcas de sal y sofríe por alrededor de 3 minutos, revolviendo siempre.

Luego agrega el ajo, la pasta de ají y la albahaca picada. Sigue dorando y revolviendo por un par de minutos más.

Echa un cucharón de caldo, mezcla bien, y agrega los porotos (previamente escurridos). Después echa el caldo caliente de cucharón en cucharón, lo suficiente hasta que los porotos queden cubiertos.

Agrega el tomate, bien lavado y cortado por la mitad.

Baja el fuego al mínimo, pon la olla sobre el tostador y tápala dejando una rendija. Deja cocinar así, a fuego suave, por al menos 1 hora, revolviendo de vez en cuando. El hervor tiene que ser bien tímido. Siéntete libre de echar uno o dos cucharones más de caldo si te dan ganas.

Cuando se cumpla la hora, prueba un poroto y ve qué tan blando está. Continúa otros 20 a 30 minutos, probando un poroto cada cierto rato hasta que se sientas que su suavidad interior es la correcta.

A estas alturas las mitades de tomate debieran estar desechas y la piel debe estar por ahí flotando. Arréglatelas con unas tenazas para sacarlas del caldo y botarlas a la basura. Si hubiese unos pedazos de tomate muy grandes, rómpelos con la cuchara de palo.

En ese minuto desgrana el choclo, poniéndolo vertical sobre una tabla y cortando con un cuchillo hacia abajo. ¿Por qué recién ahora? Porque el choclo recocido se pone duro.

Sube el fuego, espera un poco que aumente el hervor y luego echa el choclo, incorporando bien con la cuchara de palo. Cuenta 3 minutos desde que la mezcla vuelve a hervir, después apaga el fuego y deja reposar con la olla tapada hasta servir.

Si te gustan un poco más mazamorrientos (como a mí) echa 1 ó 2 cucharones del cocimiento en la juguera o minipimer, y muele hasta dejar un puré suave. Devuélvelo a la olla y mezcla bien.

Antes de servir, calienta la olla a fuego bajo hasta que la cosa apenas vuelva a hervir.

Una recomendación con cara de obligación: si vas a la feria busca ají verde escabechado, para ponerle encima a la ensalada chilena.

 

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